El cólera, igual que el dengue, son enfermedades que ameritan la rápida y eficiente actuación de las autoridades sanitarias para prevenirla y combatirla, pero es indispensable para su mayor éxito operativo el apoyo resuelto de la ciudadanía.
1. Uso de agua potable para consumo humano. Las familias que tienen acceso a suministro confiable de agua, se enferman menos de diarrea y cólera; para lograrlo, se recomienda lo siguiente:
* Lavar y desinfectar, por lo menos cada seis meses, los tanques, tinacos, cisternas y otros depósitos en donde se almacena el agua, y mantenerlos bien tapados;
* Hervir el agua para beber o desinfectarla por medios químicos (cloro o yodo); almacenarla en recipientes limpios, bien cubiertos y no corrosibles.
Para clorar el agua se utilizan:
* Blanqueadores de uso doméstico, agregando dos gotas para cada litro de agua, mezclándola y dejándola reposar durante 30 minutos antes de utilizarla,
* Pastillas de cloro (sulfacloramina, 9 mg.); una para cada litro de agua, dejándola reposar una hora mínimo antes de utilizarla.
Para yodar el agua de usan 5 gotas de tintura de yodo al 2 por ciento para cada litro de agua clara, ó 10 gotas para agua turbia. Dejar reposar durante 30 minutos antes de utilizar el agua. Si el agua está sucia (turbia), hay que limpiarla antes utilizando lienzos limpios a manera de cedazo para colarla y dejarla reposar hasta que se asienten los residuos en el fondo del recipiente.
2. Disposición sanitaria de basura, incluidos los pañales sucios, en recipientes cerrados hasta su recolección o entierro, y de la materia fecal a través de drenaje o en letrinas. Evitar el fecalismo a ras de suelo.
3. Lavado de manos después de defecar o cambiar pañales y antes de ingerir alimentos o darle de comer al niño, con suficiente agua y jabón, y secarlas completamente con toalla o trapo limpios.
4. Higiene de los alimentos:
* Lavar perfectamente, con estropajo, agua y jabón, o desinfectar frutas y verduras, colocándolas 15 minutos en agua con cloro o yodo.
* Cocer o freír bien los alimentos y consumirlos lo más pronto posible después de prepararlos; * Cubrir los alimentos sobrantes para evitar que tengan contacto con moscas y otros insectos, y mantenerlos en refrigeración o calientes por arriba de 60_C;
* Antes de consumir un alimento previamente cocinado, deberá calentarse hasta la temperatura de ebullición o a más de 60_C;
* Evitar el contacto directo o indirecto de alimentos cocidos con alimentos crudos;
* No comer alimentos preparados o vendidos en condiciones no higiénicas. Algunos factores de riesgo en el niño son el mal estado nutricional o la ausencia de alimentación al pecho materno. Los niños menores de 4 meses deberán recibir sólo la leche materna y ningún otro líquido como agua, té (infusiones), jugos o substitutos de leche humana. Los lactantes alimentados al pecho materno enferman dos y media veces menos que los alimentados con fórmula. En los menores de 6 meses la mortalidad disminuye hasta 25 veces; además, la lactancia materna es segura porque evita el uso de biberones, agua y leche que pueden estar contaminados.
Cuando se presenten brotes de cólera, todo el esfuerzo debe dirigirse a obtener agua y alimentos limpios así como buenas condiciones de salubridad, porque la vacuna no es muy efectiva para controlar tales brotes.
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